Hoy veremos EL PODER
DE LA ORACIÓN
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la
paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7 / Reina-Valera
1960
La oración
¿Qué es la oración?
Definir la oración es simple La oración es simplemente
hablar con Dios, comunicarse con el Dios vivo y verdadero: el Padre, el Hijo y
el Espíritu Santo. La oración es una dádiva de Dios para nosotros. Como nuestro
Padre celestial, a Dios le place saber de nosotros sus hijos. Dios se deleita
en nuestras oraciones, acciones de gracias y alabanza, y siempre está dispuesto
a escuchar nuestro dolor y tristeza. Dios se inquieta por cada uno de nosotros,
y promete que nos responderá cada vez que le hablemos con El.
Filipenses 4:6-7 hace un resumen la invitación de Dios a
orar, y su don de paz al dialogar con él:
"No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean
conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y que
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus
pensamientos en Cristo Jesús."
EN La oración no es necesario incluir palabras o frases
sofisticadas. De hecho, no se trata más que de una comunicación sincera que
forma parte de una relación con Dios.
Para reflexionar:
¿Cuales pensamientos vienen a su mente cuando se habla de la
oración?
¿Cuál ha sido tu experienciaen la oración?
¿ Debo orar?
En Mateo 7:7-8, Jesús nos manda e invita a orar.
"Pidan, y se les
dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá. Porque todo aquel que
pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre."
Con expectativa, fe y confianza en Dios, respondemos a su
invitación a orar.
¿Cuándo debo orar?
Algunos de los momentos que parecen naturales para orar
podrían incluir cuando estamos en la iglesia, antes de las comidas y antes de
acostarnos. No obstante, la oración no está reservada únicamente para esos
momentos. La Biblia nos invita a "orar sin cesar" (1 Tesalonicenses
5:17).
Dios quiere que permanezcamos en conversación con él. A
veces las oraciones pueden ser formales, pero con frecuencia son simplemente
una conversación, como cuando conversamos con un amigo. A veces son en voz
alta, otras veces hablamos con Dios en nuestros pensamientos, de manera
silenciosa. Pero, sean como sean, Dios escucha nuestras oraciones y se alegra
cuando tomamos el tiempo para compartir nuestra vida con él.
¿Qué debo decir?
Dios nos invita a comunicarnos con él del mismo modo que lo
hacemos con un amigo o un miembro de la familia, con quien nos comunicamos no
sólo cuando necesitamos pedirle algo, sino que también le llamamos para
agradecerle por algo que hizo por nosotros, o para compartir alguna alegría o
tristeza que tenemos. Lo mismo sucede con Dios en nuestra vida de oración.
0 comentarios:
Publicar un comentario